Hace tiempo investigué acerca de la vida en Japón, de la
sociedad, de la gente, de su cultura, y he llegado a comprobar que muchos de
los factores exhibidos en el animé y el manga reflejan, de alguna manera, lo
que algunos piensan de la vida dentro y fuera de su país. Cosas como el harem y
el ecchi, entre otros, se pueden tomar de diferentes maneras: Como una simple
distracción y “bonus”, como también un modo camuflado de expresión.
El Harem, donde el personaje masculino suele involucrarse de
forma cómica en situaciones que constituye decidir con quien se quedan, o con
quien se puede establecer una relación, me han dejado pistas para evaluar lo
que realmente significa esto. Un personaje que se debe “enfrentar” a elegir a
una pretendiente, entre varias, puede significar que el japonés promedio tiene
cuestiones de inseguridad, desconfianza, dudas y confusiones a la hora de tener
que elegir un comportamiento adecuado para hablarle a una mujer (o a varias).
En el harem, los problemas suelen surgir cuando los personajes femeninos
insisten en profundizar la interacción con el personaje masculino, y este, como
primera instancia, suele preocuparse, reflexionar acerca de qué se debe hacer,
y qué no. Hay animes como School Days, donde el harem es la causa del caos,
donde el personaje masculino, por no saber con quien quedarse, termina
desarrollando una relación sexual con varias de sus pretendientes, aumentando
su patología, y causando un gran impacto negativo en “ellas”. Hay otros animes,
como Love Hina, donde el personaje puede ser indeciso, pero intenta con sus
propias herramientas llegar a una única persona, dejándo de lado a las demás, o
tratando de “engancharlas” con alguien más. El harem, visto desde mi punto de
vista, es simplemente una “prueba” para el sujeto. La dignidad femenina toma
otra forma, respecto de la “nuestra”, y deja como factor de analisis principal
a la decisión y los actos que el personaje masculino tomará.
El Ecchi, donde se muestra material “sexy” y explicito,
quizás retrata lo que nosotros consideramos como pervertido, y ellos no. Para
el occidental, mostrar bragas, pechos descubiertos, faltas cortas, etc. puede
ser una señal de desequilibrio sexual, o lo que los yankees llaman “el hottie
factor”, que trata de distraer el personaje con cosas como tropiezos,
posiciones obvias que transmiten mensajes sexuales y eróticos de forma
indirecta, etc. Para el japonés, el ecchi puede ser algo más común en sociedad,
ya que he leído y escuchado que tienen costumbres que solo allí se toman como
“normales”.
Se dice por ahí, que los jóvenes y adultos salen de su
trabajo, pasan por una escuela, y les compran las bragas a las estudiantes.
Esto, a primera vista, suena completamente pervertido para alguien de
mentalidad occidental, pero no es muy “raro” o “mal visto” para alguien de
allí.
Como muchos han dicho, el anime es una forma de expresión.
Es el arte que usan para mostrarle al mundo como es “su” mundo, con comicidad,
drama, acción, etc.
En el anime, las relaciones amorosas suelen ser
disfuncionales, complejas, y de problemas interminables. Hay muchas cuestiones
con el madurar, el deseo sexual, lo que cada uno quiere de la vida, etc., que,
aunque también sucede en occidente, hay muchas parejas, la mayoría, que suelen
establecer sin problemas una relación que equilibra lo íntimo, con lo que otros
ven desde afuera.